Lorena, ya sabes cuánto siento que hayas perdido a tu madre. He intentado hablar contigo esta semana pero no tenías el móvil operativo, imagino que no querías perder ni un segundo de estar con ella. Me alegro de que te hayas podido despedir de ella y seguro que estos días no habrá parado de daros aliento y consejos.
Sólo quiero que sepas que estoy para lo que necesites.
Muchos besos y muchas oraciones para toda la familia.
Estoy de acuerdo con Alicia, vais a tener a una gran intercesora allí junto a El que ella tanto amaba.
data-ad-format="auto"
data-full-width-responsive="true">